Llenar los espacios en blanco...

 “EL _________ EN LA SOCIEDAD ACTUAL”


"La inestabilidad de los deseos, la insaciabilidad de las necesidades, la resultante tendencia al _____ instantáneo está en perfecta sintonía con el nuevo entorno líquido en el que se inscriben hoy por hoy los objetivos de vida. Un moderno entorno líquido resiste toda planificación e inversión a largo plazo. De hecho despoja a la postergación de la gratificación que provocaba su antigua carga de prudencia, circunspección y ante todo, buen juicio. La mayoría de ______valiosos pierden rápidamente su su atractivo, lo más probable es que terminen [desechados]. Stephen Bertman ha acuñado los términos "cultura ahorista" y "cultura acelerada" para referirse al estilo de vida de nuestro tipo de sociedad, términos más que acertados cuando se trata de entender la naturaleza del moderno fenómeno líquido del ______"

“Según lo viven sus miembros, el tiempo en la moderna sociedad no es cíclico ni lineal, como solía ser para los hombres y mujeres de otras sociedades conocidas. Usando la metáfora de Michel Maffesoli, diremos que es tiempo puntillista, un tiempo que está marcado por la profusión de rupturas y discontinuidades. El tiempo puntillista es más prominente por su inconsistencia y por su falta de cohesión que por sus elementos cohesivos y de continuidad. El tiempo puntillista está roto, o más bien pulverizado en una multitud de instantes: eventos incidentes, accidentes, aventuras, episodios.”
“La vida “ahorista” tiende a ser una vida “acelerada”. La oportunidad que pueda entrañar cada punto se irá junto con él a la tumba: para cada oportunidad en particular no existe “una segunda vez”. Por más que vivamos cada punto como un verdadero “punto de partida” completamente nuevo, si no reaccionamos de inmediato y actuamos al instante, el telón caerá ni bien comience el primer acto y no habrá sucedido nada. La procrastinación es la asesina serial de las oportunidades”

“Es cierto que en la vida “ahorista” de los habitantes de esta era, el motivo del apuro radica en el apremio... la urgencia. Cargar equipaje pesado, en especial si tiene valor sentimental o si se le debe lealtad de algún tipo, reduce a cero las posibilidades de éxito. “No llorar sobre la leche derramada” es el mensaje latente en todos los _______ que prometen un camino inexplorado hacia la felicidad. O bien ocurre ahora, en el momento mismo de nuestro primer intento, o no tiene sentido demorarse en ese punto en particular y es hora de dejarlo atrás y pasar a otro.”

“[En anteriores] sociedades después de un comienzo equivocado o un intento fallido escucharíamos consejos como: “vuelve a intentarlo, esta vez con más fuerza, con más dedicación”, pero no es la sociedad [actual], aquí las _______ que fallaron deben ser abandonadas, y no afinadas o ________con mayor esmero para obtener eventualmente un resultado. En la cultura “ahorista” desear que el tiempo se detenga es un síntoma de estupidez, pereza o incapacidad.”

“La esencia de la actitud displicente surge de un embotamiento de la capacidad para discriminar. Esto no significa que _______ no sean percibidos, sino que el significado y diverso valor de las cosas y por tanto de las ___________ son experimentadas como insustanciales. La persona displicente las percibe como igualmente grises y planas, ningún ________ merece una atención preferencial. Todas las ________ flotan con igual peso específico en el flujo de un constante río de ________.” (Georg Simmel)

“El valor característico de [la sociedad actual] el valor supremo frente al cual todos los demás valores deben justificar su peso, es una vida feliz, y es quizá la única en la historia humana que promete felicidad, en la vida terrenal, aquí y ahora y todos los “ahoras” siguientes, es decir, felicidad instantánea. Cuando se pregunta a los miembros de la moderna sociedad si son felices, esa pregunta tiene implicaciones totalmente diferentes de las que tendría su fuese formulada a personas de una sociedad que no se ha comprometido a brindarla y pueden considerarse la prueba definitiva para evaluar su éxito o fracaso. Y el veredicto que dejan entrever esas respuestas recogidas en miles de encuestas en numerosos países no es para nada halagueño”

“El ______ no es ni un síntoma de felicidad ni puede asegurarnos su consecución. De hecho es considerado como “yugo hedonista, y someterse a él no consigue aumentar la suma total de satisfacción en los sujetos. Andrew Oswald del Financial Times sugiere que a los habitantes de países ricos y altamente desarrollados, con economías basadas en el consumo, la riqueza no les ha concedido felicidad, por otra parte hay que decir que las causas del malestar y la infelicidad como el estrés, la depresión, horarios de trabajo extensos, la falta de autoestima, la desesperante incertidumbre de no saber si uno esta a salvo y en lo correcto y el franco deterioro de los vínculos, tienden a crecer en frecuencia, volumen e intensidad”

“Una _______ orientada a ______ promueve activamente la desafección, socava la confianza y profundiza la sensación de inseguridad, hasta convertirse ella misma en una fuente de ese miedo que prometía curar, ese medio que satura la vida líquida moderna y es la causa principal del tipo de infelicidad propio de esta época”

“Sin una continua frustración de los deseos, las _________ se secarían rápidamente. Es el exceso de la suma total de promesas el que neutraliza la frustración causada por las falencias de cada una de ellas y evita que la acumulación de experiencias frustrantes siembre dudas sobre la efectividad de la siguiente [aventura],” (La zanahoria que tienes atada al frente que intentas alcanzar, pero que nunca en realidad alcanzarás pues mientras más avanzas la zanahoria se mueve hacia adelante contigo, estás persiguiendo una falacia). Para que la ilusión siga viva y nuevas esperanzas vuelvan a llenar prontamente el vacío dejado por las esperanzas desacreditadas el camino debe ser lo más más corto posible y cada vez más rápido.”

“Esa estructura está en relación directa con el colapso de los vínculos humanos, conocido como “individualización”

“La principal atracción para el individuo en esta sociedad es la [posibilidad] de multitud de nuevos comienzos y resurrecciones (oportunidades). Por fraudulenta y en definitiva frustrante que esa oferta pueda parecer a veces, ocuparse permanentemente de la construcción y reconstrucción de la propia identidad seguirá siendo la única estrategia creíble o “razonable” a seguir, dentro de un entorno caleidoscópico inestable en el cual los “proyectos integrales de vida” y la planificación a largo plazo [parecen ser] propuestas no realistas y desaconsejables.”

“En un libro muy leído hace un par de décadas Colette Dowling afirmaba que el deseo de estar seguro, abrigado y cuidado era un “sentimiento peligroso”. Ella aspiraba a que las Cenicientas de la Nueva Era evitaran caer en esa trampa: el impulso de cuidar a otros y de ser cuidada por otros, insistía, entraña el formidable peligro de la dependencia, de perder la capacidad de elegir la corriente más favorable para navegar, y la destreza de saltar de una ola a otra en el mismo instante en que el viento cambia de dirección (típico de la concepción del tiempo puntillista inconsistente). Como comentaba Arlie Russell Hochschild, “su temor a depender de otra persona evoca la imagen del cowboy estadounidense, ese llanero solitario y sin ataduras que vaga libremente en su caballo... De las cenizas de Cenicienta, entonces, se alza una moderna cowgirl” El más popular de los bestseller de “autoayuda” de aquel entonces le susurra al lector: “Que los inversionistas emocionales tengan cuidado”. Dowling aconseja a las mujeres que “inviertan en sí mismas como única empresa”. A lo que Hochschild observa: “El espíritu comercial de la vida íntima está hecho de imágenes que preparan el camino para un paradigma de desconfianza, al presentar como “ideal” un yo que no deja que lo hieran. Los “actos heroicos” que un yo puede realizar son despegarse, irse y depender y necesitar a los otros cada vez menos. En muchos libros actuales, el autor nos prepara para enfrentar a la gente de allí afuera, que no necesita de nuestros cuidados y que no quiere o no puede cuidarnos” ”

“La perspectiva de poblar el mundo con personas más generosas e inducir a la gente a que se cuide más entre sí, no figura en el panorama __________. Nos muestra en cambio un mundo con mucho “espacio libre” (libre para mí, por supuesto). El espacio que necesita el moderno ________ y que debe defender con uñas y dientes, sólo puede conquistarse desalojando a otros seres humanos, precisamente la clase de seres humanos que sí se ocupan de los demás o necesitan de sus cuidados”

“Como sugiere Hobbes, la sociedad sería estratagema para que los hombres puedan acceder a una vida autocentrada, egoísta y autorreferente, (acercándonos cada día más al más acérrimo de los individualismos), gracias a la amputación, la neutralización o el silenciamiento de esa inquietante “responsabilidad del Otro”. Una responsabilidad por cierto inseparable de la convivencia humana...”

Revelaré la obra, el autor y el tema al que hacía referencia al final de este post...

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Muchos de aquellos espacios quizá alguno creerá que pueden ser llenados con palabras como "amor", "relaciones", "lazos o vínculos afectivos", "pareja", etc., como cuando Bauman hablaba del "amor líquido"; pero no es así, se llenan con palabras como "objeto", "economía", "consumo", "demanda" y "dinero". 

El autor de los textos transcritos NO está hablando de relaciones afectivas, está hablando de nuestra relación con los objetos adquiridos en una sociedad eminentemente consumista como la actual.  Lo terrible viene cuando nos percatamos de que ese mismo trato que se le da a los objetos adquiridos en la sociedad del consumo, es el mismo que se le está dando al ser humano en cuanto a relaciones afectivas.  Cada vez se cosifica más al ser humano y se engrandece el deseo por adquirir más y más novedosas cosas (y definitivamente no por construir mejores y mas fuertes vínculos y relaciones), cuyo valor, en algún punto, está llegando a sobrepasar el valor que asignamos a nuestras relaciones y al ser humano.  

Patético y miserable destino y "razón de vivir" el que que está creando la sociedad actual donde el dinero parece valer más que la dignidad humana y los objetos lo mismo que las personas, ambos parecen ser tomados solo como piezas reemplazables, a ambos se los considera cada vez como más desechables.  Se busca entonces las nuevas sensaciones, con todo y a todo nivel, solo persiguiendo siempre más y más dopamina, como si los objetos y las personas fuesen igualmente solo drogas para satisfacer nuestro ego y hedonismo.  Y en el proceso la dignidad humana es ultrajada desde aquel trato y concepción tan decadente.

Un panorama realmente triste y terrible, cuando lo único que se espera lograr en una relación de pareja o de cualquier otra índole es la satisfacción del ego, el placer, el llano hedonismo, así como se hace con cualquier objeto o producto adquirido, usar y desechar e ir por uno de mejor (de modelo más reciente), haciendo con ese objeto lo a que uno se le antoja, unilateralmente, al final, es solo un objeto inanimado, pero resulta que ¡el ser humano NO! ¿por qué se actúa entonces de similar manera con las relaciones afectivas?

Para pensar ¿no? ¿Qué es lo que la cultura de la desafección nos está enseñando con respecto a nuestras relaciones y lazos afectivos a través de las nuevas tendencias "espirituales" ultraindividualistas donde el ego lo es todo, con gran parte de la "psicología" del desapego, del coaching, del ultraoptimismo acrítico, y gran parte de los libros de autoayuda? 

Al final así se vive en la posmodernidad este capítulo de descomposición de todo cuanto tuvo una vez un peso, un valor.  Y así, al parecer, es como se volatilizará luego en la sociedad todo aquello que tuvo una vez sentido... 

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Textos extraídos de "Vida de Consumo", Bauman Zygmunt, 2007

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